Iª. ETAPA

CONTEMPLAR A DIOS Y LLENARSE DE EL

 

19. Objetivo: Esta primera etapa de preparación a la consagración busca darle a Dios, en mi Vida, todo el sitio que se merece. El está llamando a mi puerta: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo (Ap3,20ss).

¡La voz de mi Amado que me llama! ¡Ábreme, hermana mía, amada mía...! (Ct 5,2).

Darle todo el sitio al Señor, aceptarlo por su único Dios, caminar por sus senderos, escuchar su voz, ser elevado en gloria, nombre y esplendor, ser propiedad suya, pueblo consagrado al Señor... ...es dejarse introducir en el ámbito de Dios, en su misterio; es contemplarlo y llenarse de él, de su Vida, de su amor; es identificar el propio proyecto con el proyecto salvífico de Dios... Hasta poderle decir con Cristo: Todo lo mío es tuyo y lo tuyo es mío (Jn 17,10).

A) DIOS, MISTERIO DE AMOR

20. "Que yo te conozca, Señor, que yo te ame" (san Agustín). Dios es Amor, nos dice san Juan, a partir de su propia experiencia de Vida con el Verbo encarnado, Jesucristo. Dios es Amor y fuente del amor en el corazón humano, puesto que nos ha hecho a imagen y semejanza suya. De manera que solamente quien ama conoce a Dios.
Dios es Amor que da vida. Por el hecho de amar algo o a alguien, ese algo o alguien comienza a existir.
Así que es El quien ha tomado la iniciativa de amamos. El nos amó primero (ver IJn 4,19).

21. Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.

En esto se hizo visible entre nosotros el amor de Dios: en que envió al mundo a su Hijo único para que nos diera vida. Por esto existe el amor: no porque nosotros amáramos a Dios, sino porque él nos amó a nosotros y envió a su Hijo para que expiara nuestros pecados...

Si Dios nos ha amado tanto, es deber nuestro amarnos mutuamente Si nos amamos mutuamente, Dios está con nosotros y su amor está realizado en nosotros... Nosotros lo vimos y damos testimonio... (ver Jn 4,7ss).

Al tomar la iniciativa y decisión de realizar la creación, al depositar en el corazón humano la simiente de su amor, Dios lo estaba introduciendo en su ámbito divino, lo estaba consagrando.

Para la reflexión y la contemplación:
" ¿Qué es lo que da sentido a mi vida?
" ¿ Qué lugar ocupa el amor de Dios en mi diario vivir, en mi vocación?
Súplica: ¡Señor, lléname de tu amor!

B) EL MUNDO, JARDÍN DE DIOS

22. Muy hermosamente el libro del Génesis nos presenta el universo como un jardín plantado por Dios para darlo en regalo a la obra maestra de sus manos, hecha a su imagen y semejanza: el hombre y la mujer.

Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni brotaba hierba... ni había hombre que cultivara... Entonces el Señor Dios modeló al hombre... sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo... El Señor plantó un jardín y colocó en él al hombre que había modelado... Lo colocó en el jardín de Edén... (Gn 2,4ss).

23. El mundo es obra del. poder creador de Dios, de su Palabra eterna, de su amor creador, de su presencia amorosa que todo lo renueva. San Ireneo nos dice que Dios ha hecho todas las cosas por sí mismo, es decir, por su Verbo y su Sabiduría... Por el Hijo y el Espíritu Santo que son como sus manos.

Contemplar el mundo, las obras maravillosas que contiene es como invitarlo y dejarlo que nos hable de Dios. El cielo proclama las obras de Dios.

24. Al principio ya existía la Palabra, la Palabra se dirigía a Dios y la Palabra era Dios: ella al principio se dirigía a Dios. Mediante ella se hizo todo,. sin ella no se hizo nada de lo hecho. Ella contenía la vida y esa vida era la luz del hombre, esa luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la han comprendido (Jn 1,lss).

El prefacio de la Iª Plegaria Eucarística con los niños nos invita a glorificar, bendecir y alabar a Dios por todas las cosas buenas que ha hecho en el mundo: la luz, el sol, la tierra, sus bellezas, la vida, etc. (ver. Plegaria Eucarística para las misas con niños I).

De igual manera el Salmo 135 (136) es una acción de gracias por todas las cosas bellas que Dios ha creado por amor a nosotros: Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor... Sólo él hizo grandes maravillas... las lumbreras... el sol... la luna... Porque es eterno su amor.

El plantar con tanto amor el jardín del universo y dárnoslo en regalo es ya una forma de elevamos a su nivel divino, de consagramos a su servicio, de reinar con él.

Para la reflexión y la contemplación:
" ¿Sé contemplar las bellezas del universo?
" ¿Me dejo llevar a descubrir en ellas y a través de ellas el amor creador de Dios?...

Súplica: ¡Señor, que yo sepa descubrirte y contemplarte en la creación!

C) SOMOS LA OBRA MAESTRA DE LA CREACIÓN

25. El ser humano, hombre y mujer, fue creado por Dios con un cuidado y una predilección especiales. Más que en todo el resto dé la creación brillan en él el poder y la dulzura, la belleza y el orden del amor creador de Dios. Solamente de él se dice que fue creado a imagen y semejanza de la belleza y perfección de Dios. Imagen y semejanza, copia viviente de su inteligencia; memoria y voluntad. Ser libre como él mismo. Retrato vivo de la divinidad. En su corazón depositó Dios la semilla de su amor.
- Síntesis de las perfecciones de toda la creación.
- Dotado de inmortalidad.
- Partícipe de su poder creador.
- Miembro de la familia de Dios...

26. Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza... Y creó Dios al hombre a su imagen,. a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra, sométanla, dominen... Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno (Gn 1,26-31).

Al crear al hombre a su imagen y semejanza, Dios lo estaba ya introduciendo en su ámbito divino, lo estaba consagrando, elevándolo a su dignidad.

Para la reflexión y la contemplación:

" ¿Me siento obra de las manos amorosas de Dios?
" ¿Corresponde a ello mi comportamiento?
" ¿Trato a los demás como obras de Dios?

Súplica: ¡Señor, que yo te sepa dar gracias por mi creación!

D) PRESENCIA DEL MAL EN EL UNIVERSO

27. Por desgracia una inmensa sombra de muerte cubrió la obra maestra de Dios:

- El hombre se reveló contra su Creador;
- el pecado vino a destruir ese vaso de elección de Dios;
- echó por tierra y cubrió de fango la obra salida de sus manos'
- echó a pique la sabiduría, la inocencia, la hermosura e inmortalidad, con tanto amor, depositadas en ella...

Por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, y la muerte se propagó sin más a todos los hombres, dado que todos pecan... La muerte reinó desde Adán... incluso entre los que no habían pecado cometiendo un delito como el de Adán (Rm 5,12ss).

28. El mal del pecado hizo al hombre presa de todos los males físicos, morales, sociales:

- lo que antes era luz se trocó en tinieblas;
- lo que antes era amor se trocó en odio hacia Dios y al prójimo;
- la semejanza de Dios, su morada se trocó en juguete de pasiones...;
- el hijo amado de Dios se redujo a la esclavitud del príncipe del mal;
- el hombre huyó de la mirada de su Creador...;
- presa de la muerte, perdió el derecho al cielo;
- y la tierra quedó maldita por culpa suya. ¡Espantosa desgracia! (ASE 39)

29. - Desde entonces, el mal moral, la corrupción corroe a la humanidad. La injusticia y la desigualdad la dividen en forma insultante... Nuevas formas de esclavitud encadenan al hombre. Nuestro mundo adolece de analfabetismo, terrorismo, violencia y muerte; tráfico de droga, de armas, de pornografía, de influencias... El núcleo familiar se desintegra... Todos estamos bajo el dominio del pecado. Torrentes de iniquidad inundan el mundo y llegan hasta el lugar santo...

30. Ninguno es inocente, ni uno solo, no hay ninguno sensato, nadie que busque a Dios. Todos se extraviaron, igualmente tercos, no hay uno que obre bien, ni uno solo. Su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua con veneno de víboras en los labios. Su boca está llena de maldiciones y fraudes, sus pies tienen prisa para derramar sangre; destrozos y ruinas jalonan sus caminos, no han descubierto el camino de la paz. El respeto a Dios no existe para ellos (RIn 3,9-18).

¿Qué actitud tomar en medio de tanta desolación? ¿Acaso una actitud de rebelión, de desesperación: diversión, embriaguez, droga, agresividad, etc.? ¿Comamos y bebamos que mañana moriremos?

¡No! Sino una actitud de amor, de esperanza. Esperanza de la victoria salvadora. Mayor que todo el mal que ha existido, existe y existirá en el mundo, mayor es el Amor infinito, salvador de Dios.

Esta actitud de amor, de esperanza ha de llevamos a la contemplación de Jesús crucificado descubriendo en él la imagen del hombre herido y la imagen de la victoria del Amor de Dios.

31. Al hacerse nuestro Dios y aceptamos como su propiedad, al pedimos ir por sus caminos, escuchar su voz, al aceptar participarnos su santidad, Dios nos está consagrando, vinculando a él, separándonos de los torrentes de iniquidad, reservándonos para su servicio, en una palabra, consagrándonos a él.

Para la reflexión y la contemplación:

" ¿Cuál es mi actitud frente al. mal que inunda la tierra?
" ¿Se une mi oración a la oración sacerdotal de Cristo?

Para la Súplica: Conversar con Cristo crucificado y pedirle: ¡Líbranos del mal!

E) VICTORIA DEL AMOR

32. El mal no puede tener la victoria final, pues Dios dejaría de ser:

- el Dios que ha tomado la iniciativa de amamos;
- el Dios-Amor que hace existir todo cuanto ama;
- el Dios que ama incondicionalmente: todo el mal no le impide amarnos;
- el Dios cuyo amor es eterno (Sal 135 [136]);
- el Dios que no excluye a nada ni a nadie de su amor... Dios es Amor. Y el Amor es perdón. De manera que el perdón es fruto del amor. Y el amor de Dios por la humanidad es:
- apasionado y exclusivo, no obstante la ingratitud y la traición...
- es más fuerte que el pecado y que la misma muerte (Os 11,8; Ct 8,6-7).

* Aunque hayamos hecho locuras, El está siempre dispuesto a perdonar, y nos perdona. A seguir amando, y nos ama.

33. Es Dios mismo quien se revela, se manifiesta como Dios de perdón: Dios de ternura y de piedad; lento a la ira y rico en amor y fidelidad, que mantiene su amor... perdona falta, transgresión y pecado... (Ex 34,4s). Nada, ni el mismo mal ni la muerte, ha de poder separamos del Amor misericordioso y victorioso de Dios.

¿Quién podrá privarnos de ese amor del Mesías? ¿Dificultades, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada? ... Todo eso lo superamos de sobra gracias al que nos ha mostrado su amor. Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes; ni alturas, ni abismos ni ninguna otra criatura podrá privamos de ese amor de Dios, presente en el Mesías Jesús, Señor nuestro (Rm 8,35-39).

34. La Liturgia hace eco a estas maravillas del Amor infinito de Dios que no abandona al ser humano al poder de la muerte, sino que tiende a todos su mano salvadora (Plegaria Eucarística lV).

Ese Amor Victorioso es el que me consagra para liberarme de la muerte, del mal, del pecado y para hacerme partícipe de su victoria de amor.

Para la reflexión y la contemplación:
" ¿Dejo que el amor de Dios venza al mal en mí?
(Ver Rom 12,9-20).
" ¿Me estoy dejando transformar por él?

Súplica: ¡Señor, que yo crea en la victoria de tu Amor salvador!