Comentarios de Evangelio

2 de febrero de 2025
La presentación del señor - C
(Ml 3, 1-4 ; He 2, 14-18 ; Lc 2, 22-40)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Enero (Ciclo C)

5 de Enero - La epifania

12 de Enero - El bautismo del Señor

19 de Enero - III Domingo ordinario

26 de Enero - IV Domingo ordinario

Febrero 2025 (Ciclo C)

2 de Febrero - La Presentación del Señor

9 de Febrero - V Domingo ordinario

16 de Febrero - VI Domingo ordinario

26 de Febrero - VII Domingo ordinario

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

2 de febrero

Te damos gracias, Señor Jesús,
porque has querido venir entre nosotros
como luz para toda la humanidad.
Que tu Espíritu nos abra
la mirada interior de nuestro corazón
para que te sepamos reconocer
como te reconocieron Ana y Simeón.
Que el Espíritu Santo nos haga comprender
que la luz que hemos visto y recibido
debemos comunicarla y hacer posible
que ilumine a otras personas
y se sientan cautivadas por ti.
Hoy queremos agradecer especialmente

 

por los abuelos, abuelas y personas mayores
de nuestras familias y comunidades,
por su dedicación a los nietos
y por el apoyo a toda la familia
en estas horas de crisis de valores;
por la disponibilidad en colaborar
en actividades eclesiales o de solidaridad;
por la sabiduría y serenidad
con que saben enfrentar la vida;
por la esperanza y todos los valores
que comunican a los más jóvenes,
por su fidelidad en mantener viva
la llama de la fe y de la esperanza

Ciclo A

PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Invocación al Espíritu
Ven, Espíritu Santo, ayúdanos a permanecer velando a la espera del Señor que viene, como una antorcha encendida en la noche.

Motivación
Somos la esposa que espera en la noche la llegada del esposo… el papel de la esposa es esperar (Simone Weil).
Cuidar la vida interior, para que el cansancio no prevalezca sobre el asombro. Simeón y Ana no eran personas amargadas ni resentidas, no masticaban amarguras, esperaban la llegada de la Luz.
A la espera de la Palabra. Con la lámpara encendida. Contexto. Estamos ante una obra maestra de la teología de Lucas. Su significado va más allá del hecho histórico. La vida de Jesús estuvo insertada plenamente en la tradición judía. En este día de la Presentación del Señor, la liturgia nos propone tomar cirios encendidos e ir al encuentro del amor de Cristo que viene.
La fiesta de hoy es conocida y celebrada con diversos nombres: La presentación del Señor, la purificación de María, la fiesta de la luz, la fiesta de las Candelas o Candelaria.
Día de la vida consagrada: Peregrinos y sembradores de esperanza. La vida consagrada es vida nueva. La

Presentación constituye un icono elocuente de la donación total de la propia vida ¿Qué sería del mundo si no existieran los religiosos? (Santa Teresa).

Orar la Palabra 
¿Qué le dices a Dios con este Pongamos ante los ojos de la mente el icono de María Madre que va con el Niño Jesús en brazos, lo lleva al Templo, lo lleva al pueblo, lo lleva a encontrarse con su pueblo? (Papa Francisco).
Hermosa María –dice el sol vencido-, de vos ha nacido el Sol que podía dar al mundo el día que ha deseado. Esto dijo, humillado, a María el sol, porque vio en sus brazos otro Sol mayor (Himno).  
Portones, alzad los dinteles, que se alcen las puertas antiguas. Va a entrar el rey de la gloria .

Contar al mundo la nueva manera de vivir
Vivir la alegría del encuentro con Jesús. Compartir el gozo de Jesús con los hermanos de la comunidad. Experimentar el júbilo de hablar de Jesús a los que nos rodean. Tocar a Jesús en los hermanos que sufren. Consolar. Sembrar esperanza.

Feliz domingo de la Presentación.
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

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Lectura orante del Evangelio: Lucas 2, 22-40  

Peregrinos y sembradores de esperanza (Lema de la jornada de la vida consagrada).).

José Antonio Nieto (España)

Los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor.
Los encuentros vivos con Jesús tienen lugar en medio del pueblo creyente. Todo se ilumina cuando llega Jesús. La Presentación de Jesús en el templo constituye un icono elocuente de la donación total de la propia vida de los consagrados. Pongamos ante los ojos de la mente el icono de María Madre que va con el Niño Jesús en brazos. Lo lleva al Templo, lo lleva al pueblo, lo lleva a encontrarse con su pueblo (Papa Francisco).

Simeón, hombre justo y piadoso, aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él.
A José y a María les salen al encuentro dos ancianos, que tienen el arte de vivir con Dios y para Dios. Los jóvenes escuchan, los ancianos hablan. En el marco de la ley acontece la fiesta del encuentro, lo extraordinario de la profecía, la sorpresa de Dios. Si los jóvenes están llamados a abrir nuevas puertas, los ancianos tienen las llaves (Papa Francisco). El gozo de la salvación lo pone en marcha el Espíritu Santo, que hace nuevas todas las cosas. En la fidelidad a la ley y al Espíritu, Dios pide que lo encontremos en los hermanos, en la vida de cada día. Los hermanos y hermanas que Dios nos da son parte de mi historia, son dones que hay que custodiar (Papa Francisco). Renueva, Espíritu Santo, la profecía en la vida consagrada.

Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios.
Toma al niño de los brazos de su madre. Lleno de gozo, toca con fe al niño; le late el corazón; ya no le da miedo la muerte. Al gesto de Simeón le sucede la palabra de bendición para todos. Llamados a recibir a Jesús que viene, los consagrados estrenan tiempos de

encuentro y bendición. Pobres, castos, obedientes… son ricos en esperanza y alegría porque abrazan a Jesús, lo tocan con las manos en la vida de cada día. En ti, Jesús, abrazamos a la humanidad.

Mis ojos han visto a tu Salvador.
Simeón ha esperado la salvación de Israel, frente a la impaciencia ha sabido esperar. ahora es testigo. Ve la sencillez de Dios hecho niño y profetiza. Su canto Nunc dimittis, precioso canto de quien ya ve la salvación,encierra todos los cantos del Espíritu. Llama a Jesús: Luz para alumbrar a las naciones, subrayando el carácter universalista de la salvación. Ante Jesucristo nadie puede quedar indiferente. El encuentro con él provoca ineludiblemente un enamoramiento nuevo. Es imposible conocerte y no amarte, Jesús; es imposible, Señor.

Ana presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Muchos años de viuda, pero no sombría. Identificada con el templo, columna de la espiritualidad judía, agitada por la gracia, aguarda la liberación. A Ana, como a los consagrados, se le enciende el alma y el corazón de una forma profética para proclamar la liberación. Rompe su silencio y deja oír la profecía. Es la mujer tocada, visitada por Dios, que habla del niño a todos. Alaba y da alegría al pueblo. La vida consagrada germina y florece en la Iglesia; si se aísla, se marchita. Gracias, Señor, por los consagrados: ojos que brillan de alegría.

Feliz fiesta de la Presentación del Señor.
Un abrazo y oración. Antón

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EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes, 3 de febrero
“Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo” (Mc 5, 1-20).
Jesús se acerca a todo ser humano marginado y lo capacita para la comunicación, entra con su luz en los sepulcros para que brote la vida. Así marca el camino a la Iglesia y a todos los hombres de buena voluntad. Saberse amados da más fuerza que saberse ricos.
Ayúdame, Señor, a aceptar y amar mi pobreza, esa que tantas veces me avergüenza. Ayúdame a aceptar y amar la pobreza de mis hermanos.

Martes, 4 de febrero
“¿Quién me ha tocado?”»… La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad. Él le dice: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5, 31-34).
Jesús por donde pasa da vida, levanta la vida, recrea la vida. El amor es la medicina de la vida. Una mujer, que lleva doce años enferma, ha perdido la esperanza en todos los medios humanos, confiada y atrevida se arriesga y toca a Jesús. Él la mira con cariño y le regala la paz y la salud.
A veces, Señor, las malas noticias me roban la esperanza. Necesito sentir tu mirada que me recrea, me sosiega, me levanta.

Miércoles, 5 de febrero
“Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? (Mc 6, 1-2).
Las palabras y obras de Jesús entusiasman a la gente dondequiera que va; pero sus parientes y paisanos se muestran escépticos ante su mensaje, supera sus expectativas y no logran encuadrarlo dentro de sus categorías socio religiosas.
Señor, dame el valor de ser como tú a pesar del qué dirán. Espíritu Santo, sostén mi debilidad en las pruebas de la vida fortalece mi sensibilidad, para enfrentar cualquier adversidad. Amén.

Jueves, 6 de febrero
“Llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón” (Mc 6,7-13).
Los discípulos ‘salieron’ a los cruces de los caminos a prolongar la actividad de Jesús: anunciar el evangelio, curar y expulsar demonios. Hoy oímos hablar mucho de Iglesia en salida. Solo podemos salir de verdad con la fuerza del Espíritu Santo.
Vive tú, Jesús, en mí. Hazme dócil a la acción de tu Espíritu. Hoy quiero decirte con María y José: Sí, aquí me tienes. Hágase en mí tu palabra. 

Viernes, 7 de febrero
“Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista. El rey se puso muy triste; pero… no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan” (Mc 6,25).
Juan es el profeta de la denuncia y del anuncio. Es un poco de luz en medio de la noche, una ráfaga de verdad en medio de la hipocresía. Gusta pero molesta. Intentan acallar su voz con la muerte violenta, pero su voz seguirá viva en el corazón del mundo para siempre.
Señor, tú eres la verdad. Ayúdanos a ser siempre sinceros, a decir siempre la verdad con cariño, sin ánimo de herir.

Sábado, 8 de febrero
“Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer”(Mc 6,30-34).
Jesús invita a sus discípulos a la soledad y al descanso para compartir experiencias y reavivar el amor. Los discípulos necesitan una experiencia de silencio, de desierto, para ver las cosas a la luz de Dios y para recorrer los caminos de Jesús. Las gentes los siguen y Jesús, buen pastor, se compadece de ellas, las atiende y las cuida.
Es una gracia impagable… Ser consciente de cómo trabajas “mi barro”, con mimo de artesano; ser consciente de cómo vas redondeando nuestras aristas, a fuerza de chocar unos con otros; ser consciente de que incluso lo que nosotros vemos como “malo” tú haces que termine siendo bueno. ¡GRACIAS, SEÑOR!