Comentarios de Evangelio

28 de julio de 2024
XVII domingo del tiempo ordinario - B
(2 R 4, 42-44 ; Ep 4, 1-6 ; Jn 6, 1-15)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Junio (Ciclo B)

2 de Junio - Santisimo Cuerpo y Sangre de Cristo

9 de Junio - X Domingo Ordinario

16 de Junio - XI Domingo Ordinario

23 de Junio - XII Domingo Ordinario

30 de Junio -XIII Domingo Ordinario

Julio (Ciclo B)

7 de Julio - XIV Domingo Ordinario

14 de Julio - XV Domingo Ordinario

21 de Julio - XVI Domingo Ordinario

28 de Julio- XVII Domingo Ordinario

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

28 de julio

Señor Jesús, queremos darte gracias
porque te has ocupado
y te ocupas de nuestros problemas
y sientes como propias nuestras dificultades
y con tu actitud nos enseñas también
que la solución pasa por nuestra generosidad
y capacidad de dar y compartir sin miedo.
Ayúdanos, Señor, a ser generosos
y a no tener miedo de compartir lo que tenemos:
los bienes materiales, el tiempo, las cualidades,
el don de la fe o tu Palabra,
sabiendo que la capacidad de dar
nos dispone a recibir con mayor abundancia
los dones de tu amor.

 

Que no nos dé miedo a quienes te seguimos
el ser pocos y «pequeños»;
que no nos preocupe tanto la cantidad,
sino vivir dignamente la vocación de discípulos.
En nuestro mundo, en que una minoría opulenta
tiene mucho más que lo necesario,
malgasta y desperdicia lo que podría aprovechar
el bien común,
y don de la mayoría no tiene el mínimo
necesario para vivir con dignidad,
haznos testigos de tu amor y de tu generosidad,
y amantes de la vida sencilla
e incluso austera que tú siempre viviste.

Ciclo A

El verano tiempo para muchas cosas,
también para Dios.

Tiempo para dejar que el Evangelio de cada día llene de agua tu pozo.
Tiempo para caminar como peregrinos acompañados de la Virgen.
Tiempo para agradecer la vida y la fiesta, el encuentro con los demás.
Tiempo para buscar en el silencio al que Dios que nos ama.
Tiempo para regalar a quien está solo, enfermo, … una palabra de aliento y esperanza.
Tiempo para leer un buen libro que te ayude a vivir con alegría la vida de cada día.
Tiempo para encontrate contigo mismo, agradecer tu

vida y ponerla en las manos de Dios.
Tiempo para reflexionar como estás viviendo esta experiencia de pandemia.
Tiempo para tejer entre todos un proyecto de paz y solidaridad para el mundo.
«¡Creedme! lo he experimentado personalmente: podemos aprender más en los bosques que en los libros. Piedras y arboles te harán comprender cosas que ningun maestro seria capaz de hacerte comprender… » (San Bernardo).

Buena semana, buen inicio de vacaciones.
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

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Lectura orante del Evangelio: Marco 6, 1-15

Jesús no nos pide lo que no tenemos, sino que nos hace ver que,
si cada uno ofrece lo poco que tiene, puede realizarse siempre de nuevo el milagro 
(Benedicto XVI)

José Antonio Nieto (España)

Lo seguía mucha gente.
Mirar a la gente sin prisa, con calma; mostrar cercanía a las personas; escuchar, abrazar, bendecir. Como hacía Jesús. No ver lo que queremos, sino lo que está delante de nosotros. Ver hambre en los hambrientos, sed de justicia en los maltratados, alegría en los que juegan, cansancio en los que buscan y no encuentran. La mirada limpia es una escuela de humanidad, una excelente manera de comenzar la oración.
Limpia nuestros ojos, Señor. Enséñanos a mirar como tú miras.

¿Con qué compraremos panes para que coman estos?
Los ojos para mirar a Dios se limpian cuando miramos de forma comprometida a los necesitados. Dios nos mira con amor cuando estamos cerca de los pobres; la atención a los vulnerables compra los ojos de Dios. ¿Cómo afrontar el hambre de pan y de sentido en el mundo? ¿Con qué compraremos panes para que coman? Hay millones de seres humanos que están aguardando una respuesta. No hay ninguna prisa por llegar a ningún sitio, si no llegamos juntos.
No queremos pasar de prisa ante tu pregunta, Jesús. Nos quedamos con ella en los adentros, preparando respuestas creativas.

Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces.
Jesús nos muestra un camino diferente para afrontar el problema del hambre. No es cuestión de dinero, sino de entrega. No hay oración sin entrega de la vida. No hay humanidad nueva si no compartimos. Un muchacho da un paso; tiene el Espíritu de Jesús. Comprar mucho no es el camino. Compartir lo poquito es el comienzo de la novedad; Jesús hará lo demás. Oración y compromiso

van de la mano. El que está cerca de Dios, lo da todo. El amor es la clave para vencer el escepticismo del ¿qué es esto para tantos? El amor se entrega.
Jesús, aquí está nuestra vida, aquí está lo poquito que tenemos y somos. Lo ponemos en tu mano y en la mano de los pobres. 

Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados.
Ahora, la mirada orante se centra en Jesús, nuestras manos se abren a él para recibir su amor; su amor despierta el nuestro. Jesús comparte su vida con nosotros. Es el pan de vida entregado en abundancia para saciar nuestra hambre. Todo el que viene a Jesús es alimentado, encuentra respuesta a sus necesidades más profundas.
Gracias, Jesús. Tú, que eres tan amigo de dar, enséñanos a recibir de ti. Regálanos la alegría de lo inesperado.

Este sí que es el profeta que tenía que venir al mundo.
¡Jesús! ¡Siempre Jesús! El que tanto anhelaba nuestro corazón. Es el Señor de nuestras vidas que libera. El sentido pleno de la vida. El amigo verdadero. El camino, la verdad y la vida.
Bienaventurado quien de verdad le amare y siempre le trajere cabe sí (Santa Teresa). Te seguimos, Jesús. Confiamos en ti.  

Con el gozo de haber celebrado el Encuentro de Amigos de Orar. Con todos los peregrinos que van a Santiago de Compostela

Un abrazo, mi oración y mucha salud. Anton

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EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes, 22 de julio
SANTA MARÍA MAGDALENA
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»…  «¡María!». Ella se vuelve y le dice: «¡Rabbuní!», «¡Maestro!» Jesús le dice: ve a mis hermanos…” (Jn 20,15.16).
Jesús llama a María por su nombre y ella reconoce su voz. El encuentro con Cristo resucitado se traduce en paz, perdón, esperanza, consuelo. Jesús ha resucitado para todos. A todos ama con un amor irrepetible. Por eso, cuando se aparece a Magdalena, o a los demás apóstoles lo hace para darles un encargo o misión sin fronteras.
Señor, en mis miedos, mis tristezas y mis preocupaciones, soy incapaz de reconocerte. Te pido que no dejes de llamarme, y que traigas paz a mi vida, que sepa que estás a mi lado.

Martes, 23 de julio
SANTA BRÍGIDA, patrona de Europa
“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5)
La palabra de Jesús alimenta nuestro amor de cada día, limpia nuestros ojos para ver en todo lo que nos acontece la huella de su amor, nos enseña lo que quiere que digamos al mundo con nuestra vida.
Tú Señor que eres la vid, sujétame fuerte a tu tronco, mantenme disponible, sin temer a nada, pues estoy contigo.

Miércoles, 24 de julio
“El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos ciento, otros sesenta, otros treinta. El que tenga oídos, que oiga” (Mt 13, 8.9).
La Palabra nos presenta el rostro glorioso de Jesús, que sigue saliendo a sembrar su amor a la humanidad con la ilusión de un sembrador. La semilla necesita acogida, la semilla necesita tierra abonada, pero Dios no se cansa y como buen Padre insiste a tiempo y a destiempo. Prepárate con el silencio para la escucha de la Palabra. Prepárate con la soledad para la comunión con Jesús.
Abro mi corazón a tu semilla, Señor, y me quedo a la espera de que florezca.

Jueves, 25 de julio
SANTIAGO APÓSTOL
“El hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida” (Mt 20,28)
¡Qué bien describen a Jesús estas palabras! Vino para dar vida a todos. Dio vida sirviendo a todos. Jesús está a tu servicio, dándote lo mejor. Asómbrate de la locura de ese amor.
No sé qué decir, Señor. No sé casi nada. Solo sé que me amas con un amor que no termino de entender.

Viernes, 26 de julio
SANTOS JOAQUÍN Y ANA, padres de la Virgen María
“Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador” (Mt 13,18)
Jesús invita a todos a acoger el Evangelio y a no dejar que la Buena Noticia de la Salvación la ahoguen las dificultades y entretenimientos de este mundo pasajero. Prepara tu tierra para que la semilla del Reino de fruto en tu vida.
Acércate a la vida de estos santos, san Joaquín y santa Ana; con su fe y amor nos dejaron un legado de devoción y santidad. Que su intercesión te fortalezca y te llene de esperanza en este día y siempre.
Siembra en mi interior, Señor, la semilla de tu Gracia. Riégala con el agua de tu Amor. Abre mi corazón para ofrecerla a los hermanos.

Sábado, 27 de julio
“El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó” (Mt 13,25).
La paciencia y el amor de Dios están siempre presentes en el mundo y en cada uno. Dios ve lo malo que hay en las personas, pero su corazón es respetuoso y no arranca la cizaña. Une tus deseos de justicia con el evangelio de la misericordia. No dejes que la verdad sin amor te haga duro de corazón.
Dame tus ojos, Señor, para ver el mundo como Tú lo ves. Dame tu corazón, Señor, para amar a las gentes como Tú las amas.