Comentarios de Evangelio

29 de diciembre de 2024
La Sagrada Familia - C
(1 S 1, 20-22.24-28; 1 Jn 3, 1-2.21-24; Lc 2, 41-52)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Noviembre (Ciclo B)

3 de Noviembre - XXXI Domingo Ordinario

10 de Noviembre - XXXII Domingo Ordinario

17 de Noviembre- XXXIII Domingo Ordinario

24 de Noviembre- Jesucristo Rey del universo

Diciembre (Ciclo B)

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1 de Diciembre - I Domingo de Adviento

8 de Diciembre - II Domingo de Adviento

15 de Diciembre- III Domingo de Adviento

22 de Diciembre- IV Domingo de Adviento

29 de Diciembre- La Santisima Familia

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

29 de diciembre

Señor Jesús, en este tiempo navideño
que respira alegría e intimidad familiar,
te agradecemos porque te hiciste
de nuestra familia humana,
quisiste ser acogido en un hogar y aprender
a relacionarte con Dios y con los demás
acompañado por los padres y por toda la familia.
Te damos gracias también
por la familia que nos ha recibido
desde la concepción y nacimiento
y nos ha ayudado y nos ayuda en el camino
de crecer en humanidad y fe;
te damos gracias igualmente
por las comunidades cristianas
donde nos sentimos en casa;
y por las instituciones que reciben inmigrantes
o adultos y jóvenes sin familia

 

y les ayudan a reconstruir sus vidas.
Queremos recordar también
a los que se preocupan
por el bienestar de los ancianos;
a los que apoyan y ayudan
a parejas con problemas,
a los que acompañan la preparación
para el matrimonio:
que a todos les mueva tu gracia.
Haz, Señor Jesús, que valoremos la belleza
del amor mutuo, la ayuda y cooperación,
la capacidad de sabernos perdonar
y de ayudarnos a superar con buen humor
los problemas de cada día.
Que a ti, Señor Jesús, te concedamos siempre
el lugar más importante en el día a día
de cada una de nuestras familias.

Ciclo A

 

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Un abrazo y oración. Antón

> > > http://www.cipecar.org < < <

Lectura orante del Evangelio: Lucas 2, 41-52  

).

José Antonio Nieto (España)

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Un abrazo y oración. Antón

http://www.cipecar.org/

EVANGELIO DÍA A DÍA

Miércoles, 25 de diciembre
LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

«El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria…, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14).

La Palabra se hace Luz y alumbra nuestras oscuridades. La Palabra es Vida que recrea y levanta nuestras muertes. La Navidad nos hace hermanos, familia. La Navidad nos invita a mirar a Dios Niño, cercano, entre nosotros; mirar y aprender de él a ser sencillamente humanos.
Jesús, te acercas pequeño y me miras con ternura. Te metes silencioso por las rendijas de mi pobre corazón y las llenas de luz, de paz y de gozo.

Jueves, 26 de diciembre
SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR

«Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros» (Mt 10, 19-20). 

En medio de las dificultades, persecuciones y noches oscuras de la humanidad, tu Palabra se nos mete en el alma inyectándonos sosiego y grandes esperanzas. Se hace consuelo y aliento en nuestro caminar de peregrinos. 
¡Ven, Espíritu Santo! Abre nuestro corazón a la confianza en el Padre. 

Viernes, 27 de diciembre
SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA

“El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto» (Jn 20, 2-3).

El primer día de la semana la Palabra resuena en todo lo creado. Todo lo llena de luz y de gracia. El amor, que nunca muere, vuelve a iluminar y alentar el corazón humano para entrar en el Misterio del Amor que todo lo desborda y todo lo llena de vida.
Tu luz, Señor, llena de claridad el mundo. Mi casa iluminada por tu luz es reflejo de tu presencia. Busco tu luz, Señor, busco tu amor cada día.

Sábado, 28 de diciembre
LOS SANTOS INOCENTES

“Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2, 13-14).

Contemplar el pesebre es también aprender a escuchar lo que acontece a nuestro alrededor y tener un corazón sensible y abierto al dolor del prójimo, especialmente cuando se trata de niños.
Señor, ayúdame a mirar de frente el sufrimiento de tantos inocentes. Que mis oídos escuchen su grito y mi corazón acoja su dolor. Tu ternura en mis manos puede aliviar sus heridas.

Domingo, 29 de diciembre
LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

"Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52).

Los orantes miramos siempre a Jesús para aprender a estar en la casa y en las cosas del Padre, y a entregarnos a su voluntad vivificadora. Nuestra casa es el amor del Padre. Él está con nosotros amándonos.
Tú, Jesús, nos enseñas a vivir en familia. La paciencia, el perdón y el amor van tejiendo la unión y comunión entre todos.

Lunes, 30 de diciembre
“Una profetisa, Ana. Era una mujer muy anciana,… viuda; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén” (Lc 2, 36-38).

Una mujer llena de esperanza que no mira con tristeza su avanzada edad, ni se lamenta por las pérdidas en el pasado. Vive con plenitud el presente dedicando su vida a Dios. Una sabia discípula-misionera. Al encontrarse con el Dios Salvador, en ese pequeño Niño, anuncia la salvación a cuantos encuentra en el camino.
Que tu luz alumbre la oscuridad de nuestro mundo y encienda la llama del amor en mi corazón y en el de mis hermanos.

Martes, 31 de diciembre
“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo” (Jn 1, 1-18).

¿Seremos capaces de acoger ahora, en nuestra pobre vasija de barro, la luz de Dios en el Niño de Belén?
Gracias, Señor, por la vida, por tu Vida en mi vida. Gracias por todo lo recibido durante este año: Los acontecimientos agradables y los sucesos dolorosos. Gracias por la bondad y solidaridad de muchas personas  que en situaciones de pandemias y desastres naturales unen sus manos solidarias y ofrecen gestos samaritanos.