A
- ORACIONES
1. ¡Oh Jesús, que vives en María...!
82. Oh Jesús, que vives en María:
ven a vivir en nosotros, tus siervos,
con tu Espíritu de santidad,
con la plenitud de tus dones,
con la perfección de tus caminos,
con la realidad de tus virtudes,
con la comunión de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo,
por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén.
2. ¡Oh Santa Maria...!
(Ave, Maris Stella)
83. 1. Oh santa María, de mares estrella,
Virgen de Dios Madre y del cielo puerta.
2. Hoy que repetimos el "Ave del ángel",
danos paz y dicha, cambia el nombre de Eva.
3. Al ciego ilumina y libra al cautivo,
ahuyenta los males, da bienes divinos.
4. Haz ver que eres madre: por ti nuestra preces
reciba el que es tuyo y ser nuestro quiere.
5. Oh Virgen excelsa, humilde en tu estado:
haz que seamos todos humildes y castos.
6. Danos vida santa y recto camino,
para que en el cielo veamos a tu Hijo.
7. Gloria al Padre eterno, gloria a Jesucristo,
loor al Espíritu, gloria al Uno y Trino. Amén.
3. A NUESTRA SEÑORA DE BELEN
84. SEÑORA DE BELEN:
Señora de la noche más bella y esperada,
Señora del Silencio y de la Luz,
Señora de la Paz, la Alegría y la Esperanza.
Señora de la Sencillez de los pastores
y de la Claridad de los ángeles que cantan:
"Gloria a Dios en el cielo;
Paz en la tierra a los hombres,
a los hombres que Dios ama".
Señora de los pobres y de los niños.
Señora de los que no tienen nada,
de los que sufren soledad,
porque no encuentran comprensión en ningún alma.
85. GRACIAS POR HABERNOS DADO
al Señor en esta noche en esta noche.
Por habernos entregado el pan que nos faltaba.
Gracias por habernos hecho ricos
con tu pobreza y tu fidelidad de Esclava.
Gracias por tu silencio, que recibe y rumia
y engendra en nosotros la Palabra.
86. NOS SENTIMOS FELICES ESTA NOCHE
y con ganas de contagiar esta dicha a muchas almas,
de gritar a los hombres que se odian
que Dios es Padre y los ama;
de gritar a los que tienen miedo: "¡No temáis!"
y a los que tienen el corazón cansado:
"¡Adelante, que Dios os acompaña!"
87. SEÑORA DE BELEN,
Señora de la Noche y la Mañana.
Señora de los campos que despiertan,
porque Jesús ha nacido en la comarca.
Señora de los que peregrinan, como tú,
sin hallar tampoco una posada.
Enséñanos a ser pobres y pequeños,
a no tener ambición por nada,
a desprendernos y entregarnos,
a ser mensajeros de la Paz y la Esperanza.
88. QUE ESTA NOCHE, la Luz que tú nos diste
sea el comienzo de una claridad que no se acaba.
Que el amor sustituya a la violencia;
que haya justicia entre los hombres y los pueblos.
Que en la Verdad, la Justicia y el Amor,
se haga la verdadera Paz cristiana.
Que esta Noche, Jesús nazca en nosotros
y que, al volver después a nuestra casa,
podamos decirle a los hombres
que viven inseguros y sin esperanza:
¡No temáis! ¡Os traemos la Buena Noticia,
la gran alegría para todo el pueblo!
Hoy en la ciudad de David os ha nacido el Salvador, el Mesías,
el Señor!"
Que así sea!
(Card. Eduardo Pironio)
4. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO
89. V/. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R/. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V/. Señor, envía tu Espíritu,
R/. Que renueve la faz de la tierra.
Oración
Oh Dios, que, por el misterio de Pentecostés,
santificas a tu Iglesia,
extendida por todas las naciones:
derrama los dones de tu Espíritu
sobre todos los confines de la tierra
y no dejes de realizar hoy las mismas maravillas
que obraste en los comienzos del Evangelio.
Por J.N.S. Amén.
B - LETANIAS
1. LETANIAS DEL ESPÍRITU SANTO
90. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
Trinidad santa que eres un solo Dios, ten piedad.
Espíritu que procedes del Padre y del Hijo, ten piedad.
Espíritu del Señor que al comienzo de la creación
planeabas
sobre las aguas...
Espíritu por cuya inspiración han hablado los profetas...
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas...
Espíritu que das testimonio de Cristo...
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas...
Espíritu que descendiste sobre María...
Espíritu del Señor que llenas todo el orbe...
Espíritu de Dios que habitas en nosotros...
Espíritu de Sabiduría y de entendimiento...
Espíritu de consejo y fortaleza...
Espíritu de ciencia y de piedad...
Espíritu de temor del Señor...
Espíritu de gracia y de misericordia...
Espíritu de fuerza, dilección y sobriedad...
Espíritu de fe, esperanza, amor y paz...
Espíritu de humildad y castidad...
Espíritu de benignidad y mansedumbre...
Espíritu de gracia multiforme...
Espíritu que escrutas hasta los secretos de Dios..
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inefables...
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma...
Espíritu en el cual renacemos...
Espíritu que difundes la caridad en nuestros corazones...
Espíritu de adopción de los hijos de Dios...
Espíritu que apareciste en lenguas de fuego sobre los
apóstoles...
Espíritu con el cual fueron colmados los apóstoles...
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como tú
quieres...
Muéstrate propicio, perdónanos, Señor.
Muéstrate propicio, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado...
De las tentaciones e insidias del demonio...
De toda presunción y desesperación...
De la resistencia a la verdad conocida...
De la obstinación y la impenitencia...
De la impureza de mente y de cuerpo...
Del espíritu de fornicación...
De todo espíritu malo...
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo...
Por la encarnación de Jesucristo, líbranos, Señor.
Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán...
Por tu advenimiento sobre los discípulos...
En el día del juicio...
Pecadores, te rogamos, óyenos.
Para que así como vivimos por el Espíritu, obremos también
por el Espíritu...
Para que, recordando que somos templo del Espíritu, no nos profanemos...
Para que, viviendo según el Espíritu, dominemos los deseos
de la carne...
Para que no contristemos al Espíritu Santo de Dios...
Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu
en el vínculo de la paz...
Para que no creamos a todos los espíritus...
Para que discernamos si los espíritus son de Dios...
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud...
Para que nos confirmes con tu Espíritu soberano...
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Oración
Asístanos, Señor, la fuerza del Espíritu Santo,
a fin de que purifique piadoso nuestros corazones y nos preserve de
todo mal. Por J.N.S. Amén.
|
2. LETANIAS DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS
91. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
Trinidad santa que eres un solo Dios, ten piedad.
Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad.
Jesús, esplendor del Padre...
Jesús, rey de la gloria...
Jesús, sol de justicia...
Jesús, hijo de la Virgen María...
Jesús amable...
Jesús admirable...
Jesús, ángel del gran consejo...
Jesús potentísimo...
Jesús pacientísimo...
Jesús obedientísimo...
Jesús manso y humilde de corazón...
Jesús amante de la castidad...
Jesús que nos amaste hasta el extremo...
Jesús, Dios de paz...
Jesús, autor de la vida...
Jesús, modelo de virtudes...
Jesús, padre de los pobres...
Jesús, tesoro de los fieles...
Jesús, buen pastor...
Jesús, luz verdadera...
Jesús, sabiduría eterna...
Jesús, bondad infinita...
Jesús, camino, verdad y vida nuestra...
Jesús, rey de los patriarcas...
Jesús, alegría de los ángeles...
Jesús, maestro de los apóstoles...
Jesús, doctor de los evangelistas...
Jesús, fortaleza de los mártires...
Jesús, luz de los confesores...
Jesús, pureza de las vírgenes...
Jesús, corona de todos los santos...
Muéstrate propicio, perdónanos, Jesús.
Muéstrate propicio, escúchanos, Jesús.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado...
De tu ira...
De las insidias del diablo...
Del espíritu de fornicación...
De la muerte eterna...
Del menosprecio de tus inspiraciones...
Por el misterio de tu santa Encarnación...
Por tu natividad...
Por tu infancia...
Por tu vida divina...
Por tus trabajos...
Por tu agonía y tu pasión...
Por tu cruz y tu abandono...
Por tus desfallecimientos...
Por tu muerte y sepultura...
Por tu resurrección...
Por tu ascensión...
Por tus alegrías...
Por tu gloria...
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas .... , escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas .... , ten piedad de nosotros.
V. Bendito sea el nombre del Señor.
R. Ahora y por siempre.
Oración
Señor Jesucristo que dijiste: "Pidan y recibirán,
busquen y hallarán, llamen y les abrirán": concédenos,
te pedimos, el efecto de tu amor divino, para que te amemos de todo
corazón, en palabras y obras, y no cesemos nunca de alabarte.
Tú que vives y reinas... Amén.
CANTO-ORACIÓN (Magníficat)
92. 1. Yo canto al Señor porque es grande,
me alegro en el Dios que nos salva;
feliz me dirán las naciones,
los pueblos de toda la tierra.
Unidos a todos los pueblos,
cantamos al Dios que nos salva.
2. El hizo en mí obras grandes,
su amor es más grande que el tiempo,
triunfó sobre el mal de este mundo,
derriba a los hombres soberbios.
3. No quiere el poder de unos pocos
del polvo a los pobres levanta,
dio pan a los hombres hambrientos,
dejando a los ricos sin nada.
4. Libera a todos los hombres,
cumpliendo la eterna promesa
que hizo en favor de su pueblo,
los pueblos de toda la tierra.
Apéndice
Lectio divina con María
93. Hoy se ha descubierto nuevamente y puesto en práctica con
mucha eficacia para la transformación espiritual a la luz de
la Palabra de Dios la llamada lectio divina o lectura sapiencial y orada
de la Sagrada Escritura. En esta práctica, a ejemplo de Ma-ría
que conservaba la Palabra, meditándola en su corazón,
buscamos no sólo penetrar en el sentido del mensaje del libro
sagra-do, sino sobre todo dejarnos movilizar por el Espíritu
de Dios que en las Escrituras nos "habla por medio de los profetas".
Podemos resumir las pistas de la "lectio divina" en los cinco
pasos siguientes:
94. 1º - Oración: Dado que debes leer la Palabra de Dios
con el mismo espíritu con que ha sido compuesta, el primer paso
será implorar la luz y fuerza del Espíritu Santo, a fin
de que puedas escuchar humilde y provechosamente la Palabra divina y
tengas como María la docilidad para dejarte movilizar por ella;
95. 2º - Lectura y estudio: Abre la Biblia y comienza a leer, no
como un libro cualquiera, ni por curiosidad, sino tranquilamente, como
es en realidad, "como Palabra de Dios" (ver 1Ts 2,13), como
carta que te envía nuestro Padre Dios (ver Dei Verbum, 21.-25).
Utiliza los medios de comprensión que tengas a tu alcance: comentarios,
otras versiones, la ayuda de tu grupo de estu-dio... Se trata de comprender
lo mejor posible el mensaje salvador;
96. 3º - Oración y contemplación: No creas que por
haber comprendido el mensaje de la Palabra, ya todo está hecho.
Ahora empieza tu diálogo de amor con quien te ama y quiere hablar
contigo y transformar tu vida y enseñarte a mirar las cosas,
las personas, los acontecimientos con sus propios ojos: el Señor
de la historia y de la salvación... Deja que tu Señor
obre en tu corazón, deja que ponga los cimientos de la transformación
de toda tu vida... Y trata de responder humildemente con amor a quien
te ama y entabla contigo el diálogo de una vida nueva.
97. 4º - Trato asiduo y vivencia: Guarda la Palabra en la mente,
en la memoria, en el corazón y llévala a la vida. Repite
a tra-vés del día (y de la noche) los versos o frases
del pasaje que has orado: apréndelo de memoria. Pero sobre todo,
que tu vida sea el mejor comentario de la Palabra. Escuchar no termina
en responder "sí": escuchar es obedecer, es vivir a
impulso del men-saje;
98. 5º - Irradiación y comunicación: El tesoro que
el Señor te ha llevado a descubrir lo es también para
cuantos tienen espíritu de pobres (Mt 5,3), para cuantos buscan
a Dios con sincero corazón. Tú eres en la Iglesia de hoy
apóstol de la Nueva Evange-lización, tú eres portador
del mensaje.
Letanías en honor del P. de Montfort
99. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Dios, Padre todopoderoso, ten piedad de nosotros.
Dios, hijo Redentor del mundo...
Dios, Espíritu Santo...
Trinidad santísima, que eres un solo Dios...
Santa María, ruega por nosotros.
San Luis María de Montfort, ruega por nosotros.
Discípulo fiel de Jesucristo, Sabiduría encarnada...
Corazón dócil al Espíritu Santo...
Predicador de la cruz y del Rosario...
Esclavo de amor de Jesús en María...
Doctor de la Verdadera Devoción a la santísima Virgen...
Hombre de oración y de mortificación...
Modelo de sacerdotes y misioneros...
Fundador de congregaciones religiosas...
Formador de laicos al servicio de la Iglesia...
Amigo de los pobres y de los enfermos...
Educador cristiano de la juventud...
Alcánzanos el Espíritu de fe, San Luis María de
Montfort.
Alcánzanos el Espíritu de oración...
Alcánzanos el sentido de la Cruz...
Alcánzanos tu verdadera devoción a María...
Alcánzanos tu amor a la Iglesia...
Alcánzanos tu valor en las pruebas...
Alcánzanos tu espíritu misionero...
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo:
perdónanos, Señor.
Cordero Dios que quitas el pecado... : escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas... : ten piedad de nosotros.
V/. San Luis María de Montfort,
R/. Ruega por nosotros.
Oración
Oh Dios de eterna Sabiduría, que constituiste a san Luis María
en excelente testigo y maestro de la consagración a Jesucristo
por medio de su Madre santísima: concédenos, que siguiendo
el camino espiritual que nos dejó, podamos extender tu reinado
en el mundo. Por J. N. S. Amén. |