Comentarios de Evangelio

9 de marzo de 2025
I domingo de cuaresma- C
(Dt 26, 4-10; Ps 90 (91); Rm 10, 8-13; Lc 4, 1-13)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Febrero (Ciclo C)

2 de Febrero - La Presentación del Señor

9 de Febrero - V Domingo ordinario

16 de Febrero - VI Domingo ordinario

23 de Febrero - VII Domingo ordinario

Marzo 2025 (Ciclo C)


2 de Marzo - La Presentación del Señor

9 de Marzo- V Domingo ordinario

16 de Marzo - VI Domingo ordinario

23 de Marzo - VII Domingo ordinario

30 de Marzo - VII Domingo ordinario

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

9 de marzo

Te doy gracias, Señor Jesús,
porque en todo has querido
compartir nuestra vida humana,
con excepción del mal y el pecado.
Persona humana como nosotros,
tu nos has enseñado el camino
para vivir como hijas e hijos
de tu Padre y nuestro Padre.
Ayúdanos a acoger en el corazón
tu palabra, tu estilo de vida.
Muchas veces quisiéramos vivir

 

con la comodidad y el egoísmo
de tener un «dios» a nuestro servicio
o de ser nosotros mismos pequeños «dioses»
hinchados de orgullo y vanidad.
Sé tú, Señor Jesús,
nuestro modelo y punto de referencia
para saber discernir cada día cual es el camino
que nos hace mas humanos
y más hijos del Padre celestial.
y que tu Espíritu Santo sea la fuerza
que no nos deja desanimar ni perder la esperanza.

Ciclo A

Espíritu Santo, guíame, llévame.  

Cuaresma: Tiempo fuerte para que el corazón descubra la lucha espiritual y sobre todo experimente la victoria sobre el mal. Si no hay lucha es que ya hemos aceptado la derrota. Adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea (Sal 143,1).

Tiempo fuerte de escucha de la Palabra. La escucha del Maestro interior pasa por la práctica de la lectio divina, de la meditación orante de la Palabra de Dios. Tiempo fuerte de conversión y de vuelta a lo esencial. No esperes a convertirte. Que la vida de Jesús esté impresa en ti.

En este primer domingo de cuaresma nos acompaña el evangelio de Lucas. Él es el evangelista del Espíritu Santo, que caracteriza la personalidad de Jesús y la

nuestra. La tentación y la lucha contra lo que hace daño al hombre son los temas centrales del texto. Lucas presenta a sus comunidades a Jesús bajando de la experiencia contemplativa del bautismo a la arena de la vida. Es una gozada mirar la claridad, coherencia y transparencia de Jesús, que no se esconde ni tiene miedo al mal. En la experiencia de Jesús se recoge la historia del pueblo de Israel (tentaciones del desierto) y la nuestra. Se reproduce la triple tentación que vivió el pueblo en la travesía del desierto (Dt 8,3-4: hambre y rebelión; 6,13: idolatría, yendo tras los otros dioses, aparentemente más ventajosos; 6,16: señales de Masá, cuando dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Buena camino cuaresmal.
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

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Lectura orante del Evangelio: Lucas 4, 1-13  

La Cuaresma es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser el lugar del primer amor (Papa Francisco).

José Antonio Nieto (España)

Jesús, lleno del Espíritu Santo.
Miramos a Jesús, lleno del Espíritu, acompañado y educado por él, con claridad y coherencia de vida, fiel al proyecto del Padre. Nos miramos a nosotros, habitados: el Espíritu Santo nos ama. Contamos con su alegría para ir del ruido al silencio. Nos contagia su valentía para dejar atrás la comodidad y entrar en una fidelidad creativa, nos desafía a abandonar estilos de vida individualistas para abrazar caminos de comunión. El Espíritu nos mantiene, en esta hora, fieles a lo que somos: hijos de Dios, creyentes en el Evangelio.
Gracias, Espíritu Santo.

Era tentado por el diablo.
La tentación acompañó a Jesús toda su vida; combatió contra el diablo, lo venció con la Palabra, con el amor fiel del Padre. También a nosotros nos acompaña la tentación, presente de muchas maneras. El diablo y los que actúan con él pretenden alejarnos de lo que somos por gracia y vocación, se empeñan en convencernos de las contradicciones de Dios, trabajan para que desconfiemos de Dios y pongamos nuestra seguridad en dioses más rentables. Sabemos lo que es ser vencidos. El tiempo de Cuaresma es de sanación interior. El Padre nos abraza, Jesús va delante.
Padre, no nos dejes caer en la tentación.

‘Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan’.
Pero Jesús no quiso usar la filiación divina para negar la finitud humana. Jugar con Dios, utilizarle para los propios intereses, eso es la tentación. No aceptar la verdad de lo que somos, pretender grandezas que nos superan, eso es la tentación. Vivir una religión sin compasión ni ternura hacia los que pasan necesidad, eso es la tentación. ¿Y la fe? La fe es la apertura al don

de Dios, la confianza en él, la vida que nace del encuentro con la verdad que sale de su boca, el pan que se convierte en pan nuestro, pan de todos.
Jesús, sé nuestra fortaleza para construir sueños de vida y de paz para la humanidad.

‘Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo’.
Poder del mundo frente al poder de la cruz. Esclavitud y libertad, cara a cara. Gloria conseguida a costa de la dignidad de seres humanos pisoteados o plenitud de Dios que levanta al desvalido. ¿Quién nos habita en los adentros? ¿A quién adora nuestro corazón? Jesús nos señala un camino nuevo de servicio humilde y de acompañamiento fraterno a tantos que necesitan amor y esperanza. Junto a Jesús no hay gloria más grande que la de dar la vida por los demás.
Amando y sirviendo: así queremos adorarte, Señor Dios nuestro.

‘Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden’.
¿Qué pasa cuando la tentación nos lleva a tentar a Dios? ¿Qué pasa cuando con nuestras prácticas religiosas perseguimos la ostentación y la vanagloria? Jesús no cae en esta tentación; sigue su camino como siervo; así nos ama y nos salva. En la cruz vence todos los engaños. Nuestro mayor timbre de gloria es ir con él, vivir como él, amar y servir como él. Dios no es un objeto, es nuestro todo. La fe es la grandeza en nuestra pequeñez.
Gracias, Espíritu.

Feliz y fecundo tiempo de Cuaresma
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

http://www.cipecar.org/

EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes,  10 de marzo
 “Señor, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?” (Mt 25,38)  
El Espíritu nos regala hermanos inesperados. Es hora de abrirles la puerta. Es maravilloso que Jesús nos recuerde una y otra vez que está en el otro. Lo veamos o no, lo descubramos o no, no olvidemos que lo que hagamos al otro a él se lo hacemos. En el Sínodo descubrimos que todos caminamos juntos. Somos peregrinos de esperanza.  
Jesús, mueve nuestro corazón a la misericordia, a la compasión, al amor. Sabemos que estás en los hermanos, nos lo has dicho tú pero a veces no te vemos y otras no queremos verte, nos resulta más cómodo. Gracias por no cansarte de empujarnos hacia los demás. ¡Gracias!

Martes, 11 de marzo
“Vosotros orad así: Padre nuestro” (Mt 6,9)  
Si el Espíritu no enciende cada madrugada el fuego del amor, la oración no quema. No basta con que sepamos las cosas de memoria; tienen que llegar a nuestro corazón. Jesús pone en nuestras manos el mejor regalo: al Padre nuestro. Dejémonos sorprender por estas palabras. No nos cansemos de repetirlas juntos.
Padre nuestro que estás en cada uno de nosotros, enséñanos a amarnos como hermanos. Sabemos que cuando lo logramos provocamos tu sonrisa…

Miércoles, 12 de marzo
“Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación” (Lc 11,30) 
El Espíritu llena el mundo de signos para que todos conozcamos a Jesús. Jesús es la señal siempre nueva. El Jubileo de la esperanza es una señal de vida nueva en medio de la Iglesia. Que lo descubramos juntos, no podemos quedarnos indiferentes. Pertenecemos a una misma familia, la familia humana, la familia de Dios.
Jesús, haz que descubramos tu presencia en los otros, que nadie nos resulte indiferente, que descubramos el gozo de vivir como hermanos.

Jueves, 13 de marzo
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre” (Mt 7, 7.8).
Sorprende esta llamada de Jesús en plural: pedid, buscad, llamad… ¿Nos querrá decir que juntos lograremos más de lo que nunca pudimos soñar? Este Jubileo nos da la oportunidad de unirnos para pedir, para buscar, para llamar…
Juntos es más fácil confiar en ti, juntos es más fácil pedirte, buscarte, llamarte… Gracias por hacernos descubrir la maravilla de VIVIR JUNTOS. Que nada ni nadie nos separe.

Viernes, 14 de marzo
“Vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mt 5,24).  
Aunque el mal haga más ruido, el Espíritu prepara caminos de reconciliación y de paz en medio de la gente. Hasta que nos perdonemos y descubramos que todos somos hermanos. Solo construyendo puentes, llegaremos a la orilla de Dios. Comienza hoy en tu corazón el hermoso camino de la reconciliación. Caminar juntos solo es posible sobre la base de la escucha comunitaria de la Palabra y de la celebración de la eucaristía.
Señor, nunca agradeceremos bastante tu Palabra y la vida de Jesús entregada en cada eucaristía. ¡Gracias por tanto, Señor!

Sábado, 15 de marzo
“Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen” (Mt 5,44)  
El Espíritu no hace distinciones. A todos ama, su cariño llena de bondad el corazón. Así nos sueña a nosotros: capaces de amar incluso a los enemigos. Solos no nos sentimos capaces, unidos todo es más fácil, juntos podemos hacer posible lo imposible.
Jesús, a menudo nos sentimos tan poca cosa que te necesitamos para que seas tú el que ame en nosotros a los que tanto nos cuesta amar. Sé tú en cada uno de nosotros y haremos posible lo que parece tan difícil.