Comentarios de Evangelio

10 de noviembrebre de 2024
XXXII domingo del tiempo ordinario - B
(1 R 17, 10-16; He 9, 24-28; Mc 12, 38-44)

Comentarios de Evangelio
"Relais d'Évangile"

Antiguamente en la revista " Le Règne de Jésus par Marie "

Gracias a todos los cooperadores Montfortianos

Octubre (Ciclo B)

6 de Octubre - XXII Domingo Ordinario

13 de Octubre - XXIII Domingo Ordinario

20 de Octubre - XXV Domingo Ordinario

27 de Octubre - XXVI Domingo Ordinario

Noviembre (Ciclo B)

3 de Noviembre - XXXI Domingo Ordinario

10 de Noviembre - XXXII Domingo Ordinario

17 de Noviembre - XXXIII Domingo Ordinario

24 de Noviembre - Jesucristo Rey del universo

- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá)

10 de noviembre

Gracias, Señor Jesús, porque propones
como modelo a una persona humilde y pobre,
con gran corazón y una generosidad total,
quizás como aquellas personas
que piden ayuda en nuestras comunidades,
o como aquellas que, olvidándose de sí mismas,
se dedican a servir gratuitamente
a cuantos lo necesitan.
Esta viuda nos recuerda que tú mismo,
siendo rico, te hiciste pobre para enriquecernos
gracias a tu pobreza y generosidad;
haznos comprender y vivir, Señor Jesús,
que la mayor riqueza de la humanidad
son las personas que se dedican generosamente
a amar, a hacer el bien, a aliviar el sufrimiento
de los demás, a compartir gratuitamente

 

la vida y las cualidades personales;
y haznos superar el miedo a ser generosos.
Toca, Señor, el corazón de los que viven
alimentando el propio egoísmo y vanidad
y se creen superiores a los demás:
que descubran el valor de la fraternidad
que tú has vivido y propones;
que comprendan que lo que tienen
es un regalo del amor del Padre, que crece
cuando se comparte con generosidad y alegría.
Que jamás nos propongamos ser personas
con la soberbia de los escribas,
sino con la generosidad de aquella viuda
que ayuda a Elías, y la de aquella
que tu admiraste y alabaste en el Templo.

Ciclo A

Nos unimos en oración por las víctimas
y los damnificados por la DANA

España se encuentra profundamente entristecida ante la trágica situación que atraviesan nuestros hermanos en muchas zonas de España, especialmente en Valencia, Málaga o Albacete, afectados por las intensas lluvias y desbordamientos de la última DANA. Esta catástrofe ha traído consigo pérdidas de vidas, sufrimiento y destrucción, llenando de dolor a muchas familias y provocando cuantiosos daños materiales que afectan a hogares, a infraestructuras y a medios de vida de miles de personas.

Ante estos tristes acontecimientos, como Iglesia, sentimos la urgencia de elevar nuestras oraciones a Dios, Padre de misericordia, para que acoja en su Reino a quienes han perdido la vida en esta tragedia, y conceda consuelo y fortaleza a los heridos y a todos los que sufren. Que la paz y el amor de nuestro Señor sean bálsamo en medio de esta angustia y sostengan la esperanza en los corazones de quienes padecen esta situación tan comprometida.

Os invito a uniros en oración constante para acompañar espiritualmente a las víctimas y a sus familias. Asimismo, anima a participar en la campaña de emer-

gencia, a través de Caritas, para colaborar en la medida de las posibilidades de cada uno con las labores de apoyo y reconstrucción.

PETICIÓN EN LA ORACIÓN DE LOS FIELES DE LA MISA

Oremos confiadamente al Señor, soberano de cielos y tierra, para que otorgue la salvación eterna a las víctimas de las inundaciones, consuele a sus familiares, mueva a los que gobiernan a buscar soluciones al desastre natural y nos conceda la caridad para socorrer a nuestros hermanos damnificados. Roguemos al Señor.

PETICIÓN PARA LAUDES Y VÍSPERAS

Señor, Creador y soberano de cielos y tierra, acoge con misericordia a las víctimas de las recientes inundaciones y consuela a sus familias. Que los gobernantes provean soluciones inmediatas, y todos nosotros, movidos por tu amor, contribuyamos a socorrer las necesidades de los damnificados.

Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

> > > http://www.cipecar.org < < <

Lectura orante del Evangelio: Marcos 12, 38-44  

Que el Señor nos libre del mal del consumismo. La generosidad es una cosa de todos los días.
Que la viuda pobre sea nuestro modelo de vida cristiana (Papa Francisco
).

José Antonio Nieto (España)

‘¡Cuidado con los escribas!’
Jesús nos dirige una palabra de atención, de cariño. Quiere que cambie nuestra mentalidad, que veamos la vida de otra manera. Él sabe, y nosotros también, que no es fácil, porque los escribas no solo están fuera, sino que los llevamos dentro. Con un pequeño deseo por nuestra parte pueden comenzar a cambiar las cosas. Jesús, con el gesto de una mujer, de una viuda, que fue sincera en su diminuta ofrenda, se enfrentó al poder de los que vivían alimentando su ego, ostentando su orgullo. Nuestra oración necesita compasión y ternura, necesita verdad. 
Ven, Espíritu. Ayúdanos a andar en verdad. Enséñanos a orar en verdad

Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero.
La cosa va de miradas. ¡Cuánto hacemos para mirarnos! ¡Cuánto para ser mirados y admirados! El mundo tiene ojos para mirar apariencias. La mirada de Jesús es otra cosa, no es neutral, va a contracorriente, desmonta mentiras y tinglados espirituales de dominio sobre los otros, saca a la luz la verdad que esconde el corazón. En la oración de hoy dejamos que Jesús, sentado en nuestra interioridad, nos mire y nos enseñe a mirar. 
Jesús, nos ponemos ante la luz de tu mirada

Muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas.
Tintineo sonoro de las monedas de oro frente al sonido imperceptible de dos monedillas de bronce. En la escena, los que creen que dan y hacen más que nadie frente a la abajada invisibilidad de los que no cuentan, ni valen, ni dan. Oración de un ego tan ensalzado,

incapaz de ver al tú, frente a la oración de una mujer pobre que da su pobreza. ¿Qué mira Jesús? ¿En quién pone los ojos? Mira a los que nadie mira, abraza a los que no son nada. Su ideal de discípulo es una viuda con corazón. 
Míranos, Jesús, con tu mirada de amor; esta es nuestra inesperada riqueza.

En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado… más que nadie.
Una pobre, que no está sentada en la cátedra, enseña a vivir el Evangelio. Una mujer, de fe sencilla y corazón generoso, es la que más se parece a Jesús. Una viuda desamparada, al darse del todo al Todo de una forma callada, dice que Dios quiere ser Todo en todos. Una insignificante que ama es lo mejor de la Iglesia, es espejo para los que oramos y nos tenemos por entendidos en las cosas de Dios. 
¡Cuánto necesitamos a los pobres y sencillos para conocerte y amarte a ti!

Los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.
O jugar a dar sin darnos por entero o dejar que sea el corazón creyente quien hable. O acumular en la estrechez de miras o compartir ampliando los horizontes del corazón. O engañar a Dios o confiar totalmente en él viviendo con generosidad. Hay que optar. 
Gracias, Jesús, por los que aman de verdad.

Nuestra oración por Valencia.
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón

http://www.cipecar.org/

EVANGELIO DÍA A DÍA

Lunes, 4 de noviembre
“Cuando des un banquete invita a los pobres…” (Lc 14, 13)
Frente al interés personal, Jesús proclama que la generosidad con los pobres, sin esperar ser correspondido, es uno de los valores del reino. Esta tendencia es de todos los tiempos y culturas, por lo tanto también tuya, Dichoso serás si tienes un corazón generoso. Abre tu puerta al pobre.

 Señor, enséñame a ser como tú: desprendido, generoso, desinteresado. Para que mi vida te agrade y sea feliz.

 Martes, 5 de noviembre 
“Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa” (Lc 14,24)
Todos somos invitados al banquete del Reino, pero muchas veces buscamos justificaciones para eludir la llamada de Dios, quizá porque nos exige cambiar la mentalidad y los intereses. La parábola de la gran cena se cumple en la Eucaristía de la comunidad cristiana. Jesús te invita a sentarte a su mesa junto a muchos hombres y mujeres de rostros y culturas diferentes.

Señor, tú nos llamas a tu mesa, nos acercamos… ¿Tenemos suficiente fe para acoger tu amor gratuito que nos hace hermanos/as?

Miércoles, 6 de noviembre
“Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío… Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío” (Lc 14, 27. 33).
Jesús camina hacia Jerusalén, lugar de la entrega en la Cruz. Y mientras camina hace un alto para hablar a todos, dejando claro lo necesario para ser discípulo suyo. Llevar la cruz con él será acompañarlo a Jerusalén y desde ahí ser testigos del poder salvador del Padre. Seguirle es estar dispuesto a dar incluso la propia vida, con tal de que su evangelio llegue a todos, sin excepción.

“Es una “oliva preciosa, la santa cruz, que con su aceite nos unta y nos da luz. Alma mía, toma la cruz con gran consuelo, que ella sola es el camino para el cielo”  (Sta. Teresa de Jesús).

Jueves, 7 de noviembre
 “Cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido»(Lc 15, 5).
Jesús viene a colmar a quienes con sencillo corazón manifiestan su pobreza; les enseña el rostro auténtico de Dios y el gozo de estar nuevamente en el corazón del Padre. A él no le bastan los justos, los buenos, se lanza a los más alejados y sin reprochar nada, con ellos celebra la fiesta de la reconciliación.
Señor, dame el deseo profundo de escuchar tu mensaje. Que pueda abrir los brazos a los que lleguen y sea canal de bondad, comprensión y misericordia.
“¡Cuán bien cuidado está el que se fía de Dios!” (Beato Francisco Palau).

Viernes, 8 de noviembre
SANTA ISABEL DE LA TRINIDAD
“Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz” (Lc 16, 8).
El regalo del Reino es la gran riqueza que Dios otorga a quienes lo buscan con sincero corazón, una riqueza que no se puede encerrar o corremos el peligro de perderlo todo. Los bienes de este mundo tendrán valor siempre que nos permitan crecer en el ejercicio del amor y la justicia.
“Creo que he encontrado mi cielo en la tierra, pues el cielo es Dios y Dios es mi alma. El día que comprendí esto, todo se iluminó en mi interior, y querría contar muy bajito este secreto a todos los que amo” (Santa Isabel de la Trinidad).

Sábado, 9 de noviembre
LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN
“Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Jn 2,19)
Jesús echa fuera del recinto del templo a los animales y pronuncia una palabra profética: Él es el nuevo templo, el lugar del encuentro del ser humano y Dios. Jesús te invita a entrar en su presencia y a adorar a Dios en espíritu y en verdad.
Señor, yo quiero entrar en tu santuario. Dame manos limpias, corazón puro,  enséñame a amar. Tu sangre me limpia, tu Palabra me abrasa, tu Espíritu Santo inunda mi ser.