Comentarios de Evangelio |
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3 de diciembre de 2023 |
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5 de Noviembre - XXXI Tiempo ordinario 12 de Noviembre - XXXII Tiempo ordinario |
19 de Noviembre - XXXIII Tiempo ordinario 26 de Noviembre - N.S. Jesucristo Rey del Universo |
Diciembre (Ciclo B) |
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3 de Diciembre - I Domingo de adviento 10 de Diciembre - II Domingo de adviento 17 de Diciembre - III Domingo de adviento |
. 31 de Diciembre - La Santa Familia |
- Oración (La misa de cada día: Josep Otón Catalá) |
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3 de diciembre Dios y Padre nuestro, |
8 de diciembre Padre bueno,
hoy todo invita al agradecimiento |
Ciclo A “Estad despiertos en todo tiempo” (Lc 21,36) |
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Hemos venido a una experiencia de silencio, en este tiempo de Adviento. Buscamos, necesitamos silenciarnos para escuchar la voz de Dios, acoger su presencia en nuestro interior, recibir su Palabra, su Luz y su Amor. Este tiempo de Adviento es favorable para: Centrar nuestra mirada en el Dios que nos ama. Recordar que Dios es fiel a sus Promesas. Hacernos preguntas esenciales: |
La palabra que nos regala la Iglesia en este tiempo de Adviento nos conforta y serena ante tanto sufrimiento inexplicables, tantos problemas económicos, tensiones constantes en la convivencia. ¿Cómo atender y responder al grito de tantos hermanos nuestros que sufren por diversas causas? Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón |
> > > http://www.cipecar.org < < < Lectura orante del Evangelio: Marcos 13,33-37 Todo lo que tiene fin, aunque dure, se acaba…Abrid por amor de Dios los ojos José Antonio Nieto (España) |
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Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea. ¿Cómo orar en la ausencia del Señor? ¿Cómo seguir amándole en la noche? Porque esperar es también trabajar, no instalarse en la pasividad, compartir como pobres con los pobres. Velar es cuidar la casa y nada la cuida mejor que la oración interior y la fraternidad. En la casa del Señor nadie se apropia de los bienes, porque todo es del Señor y lo del Señor es para todos. La casa común es el espacio de la espera. ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiéndome herido, salí tras ti clamando, y eras ido (San Juan de la Cruz). Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa. |
A Jesús le preocupa que la comunidad de sus seguidores viva dormida. En el corazón de la vida hay una oferta de amor tan sorprendente que no debe pasar desapercibida. Para ello hemos de mantener la tensión espiritual de la espera, también en las vigilias de la noche, cuando se hacen más oscuros los significados y los valores de la vida. El Señor está en la hora menos pensada, en los acontecimientos más pequeños e insignificantes, por eso hay que velar. ¿Nos está llamando Jesús a no dormir nunca? El amor no duerme. Yo dormía, pero mi corazón velaba (Cantares 5,2). La vigilancia no tiene que ver con el encogimiento, sino con verdad que nos hace libres para amar. Tan alta vida espero (Santa Teresa). Lo digo a todos: ¡Velad! La indicación de Jesús no es para unos pocos, es para todos. Velar es cultivar el amor. Procurad caminar con amor y temor… El amor nos hará apresurar los pasos; el temor nos hará ir mirando adónde ponemos los pies para no caer por camino adonde hay tanto que tropezar (Santa Teresa de Jesús, C 40,1). ¿Cómo esperamos la llegada del Señor? ¿Vivimos conscientes de que nuestra meta es el encuentro con Cristo? Tomamos conciencia de que somos amados, atraídos por Jesús. Su amor nos provoca para que lo busquemos como él nos busca. Nos quedamos en el abandono confiado del solo Dios basta. Todo acabará bien, porque está en las manos de Dios. Todo es gracia. Dios sigue esperando que nos demos cuenta. “Pensar la gloria que esperamos, muévenos a gozo” (Santa Teresa de Jesús). Marana tha, Ven, Señor, Jesús |
EVANGELIO DÍA A DÍA |
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Lunes 4 de diciembre ¡Ven a mi casa, Señor, ven y sáname con tu amor! Dime una palabra tuya y mi soledad sentirá tu compañía, vencerás mis miedos, levantarás mi esperanza. ¡Gracias! Martes, 5 de diciembre Camino en el Adviento abierto a las señales que cada día llegan inesperadas. Tu mi Dios quieres decirme algo y quieres decir en mí algo a los que peor lo pasan. Siempre vienes para todos. Miércoles, 6 de diciembre Jesús, tú eres el Pan de la Vida. Contigo quiero ser pan partido para mis hermanos/as. Acoger tu llamada y continuar tu cena partiendo nuestro pan con el hambriento. |
Jueves, 7 de diciembre Viernes, 8 de diciembre Sábado, 9 de diciembre |